Transportes de Cuidados Críticos
El transporte aeromédico del paciente crítico es una
necesidad real en la actualidad, dado que en muchas ocasiones representa la
única opción para brindarle al paciente una atención médica de alta prioridad
en centros hospitalarios especializados, lo cual siempre habrá de ser precedido
por la evaluación de los posibles riesgos contra los potencia
Se puede dividir en dos grandes categorías: Vuelo estable
o en avión de ala fija y en helicóptero.
Estos dos tipos de Transporte tienen
muchas características en común, pero también diferencias importantes a favor
del TAM en avión de ala fija, entre las cuales se encuentran: Mayor autonomía,
mayor estabilidad en el vuelo, mayor espacio para realizar maniobras y
fundamentalmente la presurización de la cabina (esto es, la creación de una
presión atmosférica o altitud de la cabina) dentro del avión.
El factor decisivo en la elección de uno u otro tipo de
transporte generalmente se relaciona con la eficacia del transporte aeromédico,
estado de salud del paciente y factores logísticos (Ejemplo: Distancia). El TAM
en avión de ala fija generalmente es utilizado en pacientes que deben recorrer
distancias grandes de aproximadamente 200-250 millas y puede operar en
condiciones climáticas adversas que restringen el uso de helicópteros. Para
transporte de menos de 200 millas, se usa habitualmente el TAM en helicóptero.
El transporte aeromédico ha probado ser un medio de
traslado seguro y efectivo para pacientes de todas las edades con serias
condiciones médicas, quirúrgicas y obstétricas. Dado que los pacientes
críticamente enfermos tienen riesgo incrementado de morbilidad y mortalidad
durante el transporte, dichos riesgos deben ser minimizados y subsecuentemente
los resultados optimizados mediante una planeación cuidadosa, lo cual incluye
contar con personal médico y paramédico calificado y disponibilidad del equipo
electromédico apropiado. El paciente debe recibir el mismo monitoreo
fisiológico durante el transporte que el que está recibiendo en la Unidad de
Cuidados Intensivos, si ello es tecnológicamente posible. Todo paciente
críticamente enfermo contará, como mínimo, con el siguiente monitoreo durante
el transporte: Monitoreo continuo de la frecuencia respiratoria, del trazo
electrocardiográfico y de la oximetría de pulso, además de la medición
intermitente de la presión arterial. Se debe realizar el registro de las
acciones médicas realizadas y solicitar los estudios de laboratorio y gabinete
que se hayan efectuado al paciente.
El transporte aeromédico no está exento de controversias,
por ello se han planteado cuestionamientos acerca de la seguridad, de los
costos financieros, del uso apropiado del transporte médico aéreo.
Hayyyyy ppoottooo
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